Escuchar a Guillem Perdrix (experto en cooperativismo social y emprendimiento, además de profesor, autor, emprendedor…) es un placer, y se aprende mucho. Sobre todo, se toma consciencia de lo difícil o delicado que es desplegar todas las competencias que se le suponen a un emprendedor -alguien que quiere desarrollar o dar vida a su propia idea de negocio.
La mejor metáfora –indicada por Guillem- sería comparar el perfil emprendedor con el de un cocinero. Con los mismos ingredientes y medios, incluso la idea (receta), no todos harán el mismo plato. Sólo el que tenga un buen perfil hará el mejor.
Quizá la pregunta que desmontaría la mayoría de ideas de negocio, según Guillem (hoy 10/3/2016 en escuela de Turismo Mediterrani, Barcelona) sería: -¿por qué el cliente te comprará a ti, o utilizará tu servicio? Muchos no sabrían que responder, indicador de que no hay valor diferencial, no hay madurez en la idea, o faltan competencias o conocimientos.
Los hábitos o comportamientos, diez, que recogieron mediante una encuesta a empresas de éxito, y que debe tener un verdadero emprendedor son:
- Buscar oportunidades, tener iniciativa.
- Eficiencia y calidad. La eficacia no es suficiente.
- Buscar información “sólida y fiable” para apoyar decisiones. Sin estudios de mercado y datos fiables no se pueden tomar decisiones, la intuición o el “yo creo” no sirven.
- Persuasión y redes. Se ha de enamorar, seducir, dejarse ayudar y aprovechar experiencias ajenas.
- Autoconfianza e independencia. No se debe esperar que te premien y reconozcan todo lo que vas haciendo, a veces es “duro” o complicado.
- Asumir riesgos calculados. Grandes riesgos sin control, sin conocer el mercado, sólo por intuición o ganas de hacer algo tuyo, pueden ser un “suicidio”.
- Persistencia. Toda idea o proyecto requiere tiempo y dedicación, mucha.
- Cumplir (con los objetivos, con la gente, con los plazos).
- Planificación sistemática y seguimiento. Tener feedback de las acciones o pasos es esencial. «Mejor una mala que no tener planificación» -destaca Guillem.
- Fijar objetivos y retos. Nuevos retos, o variantes.
Y como características deseables, en un perfil emprendedor, Guillem nos apuntó las siguientes: aventurero, listo o espabilado (diferente a inteligente), incombustible, competitivo, visión de futuro, discreto, inventor, administrador, comunicador, creativo, intuitivo-deductivo, y solidario. Esta última cobra cada vez más importancia y podríamos conectarla al término de responsabilidad social e impacto en la sociedad…
El miedo al fracaso es, quizás, desde mi punto de vista, el sentimiento peor que acompaña a un emprendedor, no se puede esconder y se contagia –como la mayoría de emociones fuertes.
La falta de entusiasmo, ya no sólo para emprender, sería otra -en este caso- actitud contagiosa, variable que “huele” y que delata que algo falla: ¿la idea o el perfil emprendedor?