El coaching hoy

Desde la visión de Elena Trilla -coach- y sus sesiones-taller realizadas en la escuela de turismo y marketing Mediterrani de Barcelona (UdG).

Sí. Hablamos de algo que parece nuevo, que está de moda, que es una nueva profesión, recogido en series y películas, y que está conectado a muchos programas de desarrollo del factor humano –como planes de carrera, motivación, liderazgo, formación. El coaching.

No, no es nuevo, viene de la Grecia clásica, del método socrático, interrogativo, centrado en llegar al conocimiento por vía de preguntar y reflexiones en grupo.

El coaching rompe el mensaje de Alaska “yo soy así, así seguiré, nunca cambiaré”, falso, “yo no soy, sino que estoy; seguiré si quiero; y cambiaré si busco recursos internos y externos”. Sí, es pasar de reafirmarnos en algo que quizás no nos gusta a zonas de cambio.

Sí, es un entrenador que te ayuda, en base a tus capacidades o competencias, a lograr retos, a conseguir objetivos. Hay de muchos tipos, personal, de carrera, profesional, deportivo, de parejas, de equipos.

Es clave, en procesos de coaching, saber manejar y diferenciar preguntas abiertas de cerradas. Mejor abiertas. También es clave manejar bien el “para qué” –conectado a finalidad y a nuevos retos-, y el “por qué” –conectado a justificación, a culpa, a posiciones de inmovilismo. El lenguaje, el cómo y qué se dice es determinante para provocar reacciones y cambios en uno y en los demás.

El coach vende software –programas- en base a procesos, mecanismos, trucos, herramientas, técnicas, estrategias que aplicará. Cuanto más experto y profesional mejor. Es, sin duda, una profesión aún en auge. Serían algo así como una mezcla entre psicólogo, entrenador, consejero, facilitador-estimulador.

El inicio de un proceso de coaching podría ser PARAR y PENSAR, para fijar objetivos, para lograrlos, para decidir si queremos seguir así, para no equivocarnos.

Su utilidad es innegable y amplia, podemos listar algunas: superar miedos, saber a qué dedicarnos, desarrollar habilidades, aumentar auto-confianza, mejora relaciones, promocionar a un puesto –empleado cada vez más en planes de carrera.

Un proceso de transformación requiere enfocar, cambiar el foco, buscar opciones, saber que “el mapa no es el territorio” –cada uno percibe de forma diferente, en un mismo escenario o situación se pueden hacer distintas interpretaciones igualmente válidas, algo Elena Trilla nos mostró de forma práctica. La perspectiva ayuda a ver e interpretar. Dentro de una relación tóxica, por ejemplo, puede que uno no lo vea o lo sienta así, desde fuera es posible que sí.

Las percepciones son distintas, «el mapa no es el territorio» -nos repitió en algún momento. Cada persona tiene un mapa, que no tiene porqué coincidir con el mapa de los demás ni con el territorio o realidad.

No todo el mundo necesita coaching, deben darse algunas condiciones como:

  • Tener algo que cambiar.
  • El inicio ha de ser una alianza, un compromiso de cambio –y ser conscientes de que “no somos, sino que estamos”.
  • Se quiere o persiguen cambios. No hay cambio sin voluntad. El coach acompaña, facilita, no impone, no castiga, no impone.

“Ser consciente produce opciones” (Fede Gan) sería una frase idónea de reflexión de partida de un proceso de cambio.

-Tu estilo, tu forma de hacer, no tienes porqué mantenerlo, puedes cambiar, puedes aprender nuevas formas de estar, de hacer. Pero debes saber, sobre todo, el motivo, para qué quieres cambiar.

No siempre querer es poder. La pasión y el talento son cosas diferentes, unidos es perfecto, sin talento quizás no podrás llegar a donde quieres, ni con coaching. De ahí la importancia de plantear objetivos realistas; en este propósito puede servirnos el método SMART –específicos, medibles, alcanzables, realistas y temporales.

Conocerte es importante para cualquier proceso. Pregúntate qué quieres hacer, dónde quieres llegar. No todos debemos tener una misión en la vida, vivir ya es una aventura.

El método CAR es una de forma de trabajo, dentro de procesos de coaching. Tiene tres partes: CONCIENCIA + AUTOCONTROL + RESPONSABILIDAD (diseñar objetivos, dirigir tu vida + cree en ti + pasar a la acción, compromiso). Formulados en positivo y que dependan de ti, no de otro/s.

EL ENFOQUE es otra técnica de autoanálisis que nos explicó Elena Trilla, empleando una alegoría al huevo frito. Ante un problema ¿cómo actuamos?: PROCUPARNOS, u OCUPARNOS, fuera de la yema o dentro de la yema. Fuera es esperando a que pase algo, a que me salven, a que cambien. O poner el foco en uno –qué puedo hacer yo, que puedo aportar, en qué puedo ayudar, no me centro en lo que los demás pueden hacer, sino en lo que yo puedo.

La RUEDA DE LA VIDA. Otra técnica que sirve de punto de partida. A modo de círculo cromático, con 8 áreas, sirve para ver por qué área comenzar a trabajar, de una forma integral. Valorando, a modo fotografía del momento actual, aspectos como: entorno físico (ciudad, piso, habitación), estudios, relación amigos (compañeros trabajo), salud, autoconfianza-emociones, amor-pareja, familia, ocio-diversión, entorno físico. Es una forma de ver cómo estamos, un chequeo.

El lenguaje, lo que se dice y cómo se dice, es una de las herramientas principales de un coach. Algo que cada vez se tienen más en cuenta los médicos, los profesores, los jefes… Muchos estudian programación neurolingüística (PNL). Un ejemplo que nos puso es el hecho de hablar en gerundio, como indicio de estar en movimiento; no es lo mismo decir busco pareja o trabajo, que estoy buscando pareja o trabajo –proyección hacia el futuro.

Para acabar, una receta fácil de aplicar para enfocarnos a un cambio. Para conseguir algo debes creerte que ES POSIBLE, ERES CAPAZ y TE LO MERECES.

Alumnos de uno de los grupos en los que se desarrolló la sesión comentaron la importancia y limitación de sentir de forma determinada, de ser o mostrarse de un modo concreto, algo que podemos interpretar como dejar sacar el carácter, el temperamento. Elena enfatiza en la búsqueda que hacen las personas de PROTECCIÓN, RECONOCIMIENTO, y PERTENENCIA-ACEPTACIÓN, pilares sobre los que se apoyan la mayoría de conductas, por lo que siempre habría una intencionalidad en lo que hacemos, aunque no nos sentamos bien con el acto.

La sensación de peligro nos persigue, estamos programados para detectar peligros y huir. Potenciado, hoy día que tenemos muchos más inputs, con la capacidad del ser humano de detectar peligros donde no los hay, sobre todo en lo que es nuevo o puede amenazar nuestros privilegios o status, lo que nos puede quitar alguna ventaja, incluso una mirada interpretada como hostil.

Sí, puedes confiar en ti, si puedes pensar positivamente. Si puedes reprogramarte.

CREE EN TI puede ser una gota de esencia, la que debería impregnar a los asistentes a alguna de las sesiones vividas.

 

Una sesión relacionada que harán mis alumnos con su profesor G. Berbel será la de perfil psicológico y emocional, asociada al perfil resultante del test sobre competencia y gestión emocional facilitado para la ocasión –ya pasada semana santa.

 

 

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